En algunas ocasiones no apreciamos lo que tenemos más cerca de donde vivimos. En este viaje hemos descubierto la isla de Menorca, un lugar por encima de cualquier destino paradisíaco que puedas conocer.
Su viento de tramontana es una brisa que relaja a cualquiera que pasea por sus playas.
Sus fabulosas calas y su agua cristalina son solo apreciables directamente aquí, las imágenes quedan cortas para mostrar lo que es la isla en si. Tonos verdes, azules, aguamarina… Un verdadero placer para la vista.
Reserva de la biosfera, su flora mediterránea parece como una primavera continua que perdura con el tiempo.
En esta época el calor del sol es muy placentero y seguro que en verano dan ganas de tumbarse en sus playas y remojar los pies en el agua cristalina.
Estos tonos azules y verdes, la flora y la vida que transmite la isla van a estar presentes en nuestra ropa de cama y podrán decorar las estancias de tu hogar con aires mediterráneos.
No faltarán las fundas nórdicas, colchas, cojines decorativos o protectores de sofá.
